14/10/2016 · Opinión
Los lamentables accidentes de Seseña y Chiloeches fueron evitables ya que era conocido y había sido advertido a las autoridades que el riesgo en las dos instalaciones era insostenible tanto por la probabilidad de que ocurriese un incendio como por las consecuencias que podría tener.
En mi opinión la responsabilidad en estos dos casos es únicamente de los gestores y de la administración.
No comparto la posibilidad de asignar responsabilidad al productor ya que es la administración la que dispone de las competencias y de los medios humanos y técnicos especializados para el control seguimiento y vigilancia de los gestores de residuos. Recursos públicos que pagamos todos y también las empresas entre las que están los propios productores.
El productor en mi opinión debe entregar sus residuos en condiciones adecuadas a un gestor y es totalmente lícito que busque el que mejores condiciones económicas le ofrece de entre aquellos previamente autorizados y por lo tanto sometidos al control de la administración. Significar el coste y la dificultad que tendría para las empresas tener que fiscalizar qué se hace con sus residuos agravado además por el modelo actual con almacenamientos, valorizaciones intermedias o negociantes. Ese coste de duplicar las labores de control redundaría en una menor competitividad y un aumento de la burocracia para las empresas lo que en mi opinión no es razonable asumir por un mal funcionamiento de algunos organismos publicos competentes.
(*Fotografía del Confidencial)
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